¿Dónde está el punto verde de la ropa usada?

¿Dónde está el punto verde de la ropa usada?

¿La culpa es de la cremallera?

El papel vuelve a ser papel. El vidrio vuelve a ser vidrio y los vasos de plástico se convierten en nuevos vasos de plástico. Para estos grupos de materiales existen procesos en los que se fabrican productos nuevos y equivalentes a partir de componentes antiguos. ¿Pero qué pasa con la ropa usada?

 

Segunda mano, trapos de limpieza y material aislante.

Hasta ahora, la ropa usada puede volverse a usar como ropa de segunda mano, convertirse en trapos de limpieza o romperse en fibras que luego se convierten en materiales aislantes. La producción de trapos de limpieza y la extracción de fibras se basan en procesos mecánicos. Los procesos de reciclaje químico, como los utilizados para el plástico y el papel, aún no se han utilizado de forma generalizada.

 

El reciclaje químico de textiles no funciona (todavía).

Estrictamente hablando, el reciclaje sólo funciona parcialmente para la ropa usada, porque según la Ley de Economía Circular, reciclar significa que los productos de desecho se procesan mediante un proceso de reciclaje para su propósito original o para otros fines. El punto “para otros fines” se cumple con la producción de trapos de limpieza y la extracción de fibras. Sin embargo, las fibras rotas todavía no se pueden utilizar para su finalidad original, es decir, para la producción de ropa. Por el contrario, el reciclaje químico, establecido para el papel, el plástico, etc., se encuentra todavía en sus inicios en el caso de grandes cantidades de ropa. Surge la pregunta: ¿por qué?

 

Composición: 100% complejo

El requisito previo para el reciclaje es la separación por colores, materiales y la eliminación de sustancias extrañas como botones, remaches, adornos y cremalleras. A diferencia del papel y el plástico, la composición de las prendas individuales es mucho más compleja. Rojo, verde, amarillo, azul, rayas (algodón, lana de oveja, elastano, franela, jersey, cachemira, lino, seda, terciopelo, viscosa) la lista de materiales, colores utilizados y sus combinaciones es muy larga. Los tejidos mixtos, en particular, representan un gran desafío.

 

La cremallera tiene la culpa.

Además de la versatilidad de la composición de la ropa, un segundo aspecto juega un papel importante: los componentes no especificados.
La Ley de Etiquetado Textil estipula que en la etiqueta debe indicarse la composición de una prenda. Pero componentes como los hilos utilizados en las costuras, el material de los botones, la etiqueta de los jeans y qué tejidos se utilizan para las cremalleras no se detallan en la etiqueta. Según el Reglamento sobre etiquetado textil de la UE, se puede omitir hasta un 5% de fibras extrañas. Sin embargo, para permitir el reciclaje químico, se deben conocer todos los componentes.

 

La mejor solución actualmente

La compleja composición, el gran esfuerzo que supone la separación de los componentes y la falta de información sobre la composición llevan actualmente al límite incluso a los mejores recicladores y hacen imposible recuperar los componentes individuales. Sin embargo, actualmente hay proyectos de investigación que buscan soluciones que puedan utilizarse a largo plazo también para grandes cantidades de textiles.
Sin embargo, en la situación actual, la mejor solución es utilizar la ropa como ropa durante el mayor tiempo posible y mantenerla en el ciclo textil, convertir la ropa que ya no se puede usar en trapos de limpieza o fabricar materiales aislantes a partir de las fibras.

 

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